sábado, 16 de febrero de 2008

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sábado, 9 de febrero de 2008

Hablar por hablar

Día tras día se pueden sentir frases, proverbios, tópicos, falacias, sofismas y cosas de igual semejanza tan absurdas como “lo importante es participar”, “lo bueno, si breve, dos veces bueno” o bien “todos los tíos son iguales”.
En primer lugar, “lo importante es participar”. ¿Quién coño se traga eso? Es demasiado evidente que sólo se dice cuando alguien ha sido derrotado y se quiere engañar a si mismo o quizás un compadre suyo quiere animarlo hipócritamente, poniéndole levemente la mano en el hombro. En ningún caso se utiliza antes de un partido de fútbol o de un torneo de ajedrez, ¡válgame Dios! Del mismo modo se utiliza la expresión “vamos a jugar bien, no importa el resultado”. ¡Y un comino! El objetivo de cualquier actividad competitiva es ganar, ganar y más ganar, sigue la Voluntad de Poder nietzscheiana, el querer sentir el llanto de la derrota del rival y el gozo de la gloria del ego. Es mejor no andarse con rodeos y sacarse la máscara, el perdedor no puede hacer nada más que aliviarse con estas tonterías y el que sabe que va a perder dice que va a jugar bien porque es demasiado débil para afrontar la Voluntad.
Por otra parte, "lo bueno, si breve, dos veces bueno". ¿Cómo va a ser mejor algo que dura menos comparado con algo que dura más y es de igual satisfacción? ¿Quién dejaría un polvo a medias? ¡Santo cielo! ¡Que levante la mano, que Goku se quedará sin poder hacer bolitas azules! He aquí otro resentimiento producido por la represión del placer.
Bueno, y por último, “todos los tíos son iguales”. Creo que es demasiado estúpido como para comentarlo, pero para eso estamos los estúpidos. La idiota que haya dicho eso ya se puede escribir la palabra idiota, con mayúsculas, en su frente. Pregúntenle, que seguro que conocen alguna chica de esas resentidas, si ha visto nunca el lado oculto de la Luna. Como la respuesta es evidente, pregúntenle ahora si cree que existe el lado ese. También eso es evidente, he aquí la paradoja. ¿Cómo coño va a saber si todos los tíos son iguales si sólo se ha acostado con cuatro y todos ellos le han metido los cuernos? Para constatar esta frase, tendría que ser una ninfa con unos órganos a prueba de balas y también que el mundo estuviera lleno de sátiros (que también hay sosos merodeando por ahí). Si sólo se ha tirado a cuatro, simplemente está generalizando porque está resentida. ¡No ponga esa cara, mujer! Hágase lesbiana, ¡que sólo los hombres son unos cabrones!